En este proyecto, nuestro cliente Santiago quería una zona de trabajo personalizado que se adecuara al espacio disponible entre su cocina y su salón. Como la zona era un espacio diáfano, nos enfrentamos al desafío de crear un área de trabajo completa sin que se convirtiera en una barrera entre ambas estancias. Trabajamos hasta conseguir un buen equilibrio entre las superficies de trabajo, las baldas de almacenamiento y la luz, creando un separador de espacios que crea una zona de estudio mediante la incorporación de estanterías de la colección Underline y el escritorio plegable de la colección Bold.