Hace poco tuvimos el placer de trabajar en un proyecto muy particular para un cliente con cinco gatos. El cliente quería un mueble a medida para su pasillo de entrada que tuviera un doble propósito: un espacio funcional para dejar abrigos y objetos personales, a la vez que un espacio escultórico para que sus gatos treparan y jugaran. Estábamos encantados de aceptar este reto, ya que nos brindaba una oportunidad única de trabajar con chapas cortadas con láser y plegadas, un material y estilo de trabajo que estamos deseando incorporar a futuros proyectos. El producto final fue una pieza de mobiliario asombroso que respondía tanto a las necesidades funcionales como estéticas de su hogar, convirtiéndose en una zona de juegos para sus amigos peludos.